Novedades del CEEMPA

jueves, 6 de octubre de 2011

Estatuto para el CEEMPA



Con el objetivo de construir un CEEMPA democrático, participativo y organizado, consideramos necesaria y de suma urgencia la confección colectiva de un ESTATUTO. Por medio de un estatuto podremos avanzar hacia un Centro con un funcionamiento claro y transparente que aliente a la participación y a la actividad. Es necesario que se establezcan criterios de trabajo, garantizando la representación en los órganos de decisión de la fuerza mayoritaria a la vez que de las minorías.
A la vez, de la confección del Estatuto deben surgir los espacios de construcción artística, cultural y política propios del CEEMPA. Es decir, comisiones y secretarías específicas tales como Comunicación, Actividades, Mejora Institucional, Coordinación de Carreras, Extensión Cultural, etc. Se trata de ámbitos necesarios para el desarrollo de un CEEMPA fuerte, con real presencia para la vida cotidiana de los estudiantes y con real presencia de los estudiantes en su vida cotidiana.
Asimismo, es necesario ordenar el mecanismo de decisión superior, es decir, la Asamblea, de modo tal que dejen de ser un espacio más fértil para el malentendido que para la construcción colectiva y el debate. Consideramos que deben establecerse, aparte de asambleas ante hechos puntuales, Asambleas ordinarias, fijas, en diferentes momentos del año y con temarios preestablecidos que serán difundidos con la suficiente antelación como para que la Asamblea pueda funcionar como espacio de exposición clara y no de discusión infinita.
Un elemento sumamente importante a establecer mediante el Estatuto es el propio mecanismo de elección de autoridades del CEEMPA. Debe establecerse un esquema lógico que marque tiempos coherentes para la información, la presentación de listas, la difusión y la votación. Deben determinarse plazos sensatos que garanticen una auténtica democracia, en lugar de generar un mar de dudas donde naufraguen todos los proyectos nuevos y menos experimentados. Un centro no puede regirse por los usos y costumbres de la aldea sino por acuerdos alcanzados democráticamente por el conjunto de los estudiantes y formalizados en un Estatuto refrendado por votación.